''LA COSECHA DE LAS CRONOFLORES'' #PROYECTOPARADOS #REIVINDICANDOBLOGGER

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Durante los siguientes días, la chica estuvo evitando a su amigo, no le apetecía ver como le restregaba su maravilloso globo. La última vez se contuvo, pero quiso darle un puñetazo en la nariz a Jonas para que dejase de hablar del dichoso globo.

Poco después, un día de otoño que pintaba ser como todos los demás, ambos se encontraron en esas ruinas del bosque donde solían pasar grandes momentos juntos. Aunque para entonces, por esos días que habían pasado evitándose, todo se había vuelto diferente.

Erika estaba sobre uno de los arcos que aún se mantenían en pie; desde bien pequeña le gustaba subirse ahí y mirar las diferentes formas de las nubes. 

Con su globo atado en la muñeca y despreocupado, Jonas llegó al lugar. Se quedó paralizado, no esperaba ver a su amiga allí. Estuvo unos minutos observándola desde lejos; segundos cruciales para que se diera cuenta de la distancia que había entre ellos aún estando a pocos metros. Quería hablar con ella, pero no sabía cómo.




- ¿Pensar en tu globo te ha hecho olvidar cómo se saluda? —se le oyó decir a Erika con un tono bastante inusual en ella.

      Jonas tragó saliva, se había dado cuenta de que la había estado observando. Erika, por su parte, bajó de un salto del arco para estar frente a él.

- No, perdona… —dijo Jonas dando unos pasos más hacia delante— Hola, Erika. Mira, sé que has estado evitándome estos días, pero aún no sé por qué… ¿Te pasa algo conmigo?

- ¿Pasarme? ¿A mí? ¿Por qué tendría que pasarme algo? —dijo en tono irónico soltando una carcajada sonora.

- Estos días has estado muy rara… Casi no hablas y siempre pareces enfadada —le respondió Jonas, sorprendido por la actitud de su amiga.

- Vaya, eres capaz de ver más allá de ese estúpido globo que te ha mantenido tan absorto. ¡Enhorabuena! —le recriminó mirándole directamente a sus ojos verdosos. Jonas, por su parte, vio cómo los anaranjados ojos de Erika, se tornaban mucho más oscuros. Un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo.  Ni siquiera sabía cómo excusarse.

- Yo no… —musitó— No quería que…

- ¿Tú qué? —le interrumpió Erika— ¿No querías que te tocase ese estúpido globo? ¿No querías alejarte de mí y estropearlo todo? ¿No querías echarme en cara tu suerte día sí, día también? ¿No te das cuenta, Jonas? —se puso aún más cerca de él. Sus ojos sólo desprendían dolor y furia, no se podía apreciar cuál imperaba más— Desde ese día, todo ha cambiado. ¡Tú has cambiado!

- Eres una egoísta —dijo Jonas, bajando la mirada— Me hubiese gustado ver qué habrías hecho si te hubiese tocado a ti.

- Desde luego no te habría estado recordando cada día que te iba a ver morir —le gritó Erika.

- Aún no sabemos si el mío tiene ese poder, Erika.

- ¿Quieres que lo comprobemos? —le dijo Erika sacando de su bolsillo una aguja de acero impregnada con polvo cronil— He leído que los globos que contienen el poder de mantener con vida al dueño, no pueden ser explotados por ningún objeto. Solo se deshinchan cuando deben. Estoy segura que tu globo no explotará.

            Jonas se echó hacia atrás.

- ¿Estás loca? ¿Y si no es así? Perdería todo lo demás —dijo Jonas, mirando con incredulidad a su amiga— Erika, necesitamos los poderes de estos globos para la Tierra de Arux. No es un juego y lo sabes. ¡Es una responsabilidad! —Erika no dejaba de sujetar la aguja con fuerza mientras le escuchaba— Sabes bien que si el globo decide darme el don de hablar con la fauna, es para que, de haber algún problema, nosotros podamos resolverlo y conseguir que el equilibrio prospere. Al igual pasaría si el globo mañana decide darme el don de escuchar pensamientos de otros: Arux necesita armonía y tenemos que estar unidos —intentó explicar Jonas.

- Sí, sí —sonrió burlonamente Erika— Todo eso te lo enseñé yo en su día.

- Y lo sé, Erika.

Erika miró por unos segundos a Jonas. En presencia seguía siendo él, sólo que le acompañaba a todas partes aquéllo que ella no había recibido. Intentó calmar su ira, pero necesitaba saber si él iba a morir o no. Y sólo había una forma de saberlo.

- ¿Sabes qué? Tienes razón, Jonas —se acercó a él y tiró lejos lo que parecía la aguja— Lo siento, he sido una completa estúpida. Sabes que deseaba estar en tu lugar. Esto es muy difícil, pero espero que puedas perdonarme algún día... —y extendió los brazos para que él se acercara sin terminar la frase.

- Claro que puedo perdonarte —Jonas se acercó para abrazarla. El globo quedó cerca de la mano de Erika.

- … pero necesito hacer esto —y en cuestión de segundos, Erika había clavado la aguja que había ocultado entre sus dedos, profundamente en el globo.

Jonas sintió un crujido seguido de un sonido agudo que casi le revienta los tímpanos. Rápidamente se apartó de ella agarrando con fuerza el globo con sus dos manos. Erika, por su parte, guardó la aguja en su bolsillo y miró con fascinación el globo hasta que dejó de chirriar. Su predicción no había fallado.

- ¡Estás loca! —le gritó Jonás.

- ¿Ves? ¡Te dije que era tu globo! ¡TE LO DIJE! —dijo Erika como si hubiese hecho el hallazgo de su vida.

-  ¿Por qué, Erika? ¿Por qué lo has hecho? Yo no tenía que saberlo. Tú no tenías que saberlo. Arux no tenía que saberlo. Esto sólo debía pasar —la decepción se apreciaba en los ojos de Jonas. No podía creer que Erika, su Erika, fuese capaz de traicionar a su Tierra.

            Erika ignoró por completo las palabras de su amigo. Tan sólo podía pensar en arrebatarle el globo, en verlo desaparecer, en poseer ella cada uno de los privilegios.

- ¡No te lo mereces, Jonas! ¿Por qué te ha tenido que tocar a ti? —las lágrimas caían sin pausa por el rostro de Erika— Yo soy la que amo esta Tierra con toda mi alma. Soy yo la que lleva informándose de todo lo que este mundo desde que nací. Soy yo la que llevaba años ilusionada con este día. ¡Y te toca a ti! ¡A ti! Que no tienes ni idea de qué quieres en tu vida y sólo vivías con la idea de que te tocara para ‘’saber más’’ —le recriminó Erika sin piedad—.

- Erika, pero yo no tengo la culpa de esto. Yo quería que te tocara a ti. —dijo Jonás dolido— No quiero perderte. No lo soportaría.

- ¿Ah no? ¿No lo soportarías? ¿Por qué? —dijo Erika con rabia sin poder parar de llorar.

- Porque me importas —dijo él, guardándose sus verdaderas razones. Le había traicionado, a él y a todos. Aún así, sabía que la quería, pero para qué contárselo si estaba claro que ella no tenía ningún apego con él.

- ¡No quiero volver a verte en la vida! —dijo Erika con toda la dureza que pudo encontrar— Espero que cuides bien de tu globo porque haré lo posible para que lo pierdas. No eres merecedor de él. Y no voy a dejar que te salgas con la tuya.

            Le pegó un empujón y se alejó de allí corriendo. El odio y la envidia la habían cegado por completo. Ahora sabía que Jonas era el portador del globo de la inmortalidad y tenía una gran carta que poder usar a su favor. Iba a hacerle sufrir y tenía que encontrar la manera más efectiva de hacerlo.

            Jonas cayó sobre sus rodillas. Miró con odio el globo que portaba entre sus manos. Erika parecía haber caído en la oscuridad más profunda y él ahora sólo podía huir. Si alguien más se enteraba de que era él el portador del globo con la inmortalidad, quizás Erika no fuese la única interesada en hacer daño.

            Ya se había establecido: ‘’El dueño debía envejecer para no levantar sospechas, pero nadie debía saber nunca que su muerte se ralentizaba hasta conseguir lo que las Cronoflores le tenían preparado.’’ Ahora que tanto el dueño como otra persona ajena lo sabían, las Cronoflores debían actuar. Jonas no podía quedarse en Arux mucho más tiempo, debía emprender un viaje fuera de su ciudad.


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No somos los únicos que hemos participado. He aquí la lista con todas las parejas que hicieron posible este Proyecto: 



7 comentarios:

  1. HIJA DE PUTA. PERO SERÁ CABRONA, ENVIDIOSA, MAL BICHO. ES UN MAL BICHO. MALA PÉCORA. OOOOOGGGHHHH.
    Vale, calma.
    NO, NO CALMA, JODER, ME HA ENCANTADO, ES MARAVILLOSO Y Y Y BONITO Y DIOS QUÉ ZORRA, ÉL LA QUERÍA Y ELLA VA Y EXPLOTA EL GLOBO Y YO AQUÍ CON TODA LA EMOSIÓN Y LA COSA...
    *respira hondo*
    Ya, valió. Lo dicho, es magnífico. Me encanta. Me encantáis. Sinceramente maravilloso. Mi enhorabuena, desde el corazón.
    Un beso,
    C.

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  2. Pues esta continuación de no ha decepcionado <3 Me encanta *^* Ojalá volváis a escribir juntos, porque NECESITO saber qué pasará con Jonas y su globo :3 Y me ha gustado mucho el giro de personaje de Erika :) UIIISH *^*

    Vic ~~

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  3. Wow. Y otro wow. Y otro wow más. Es genial, Ara, genial, genial, genial, de verdad te lo digo. Me parece una historia original, trepidante, y me he enamorado de Erika, de su odio, de sus celos, de su humanidad. Es tan palpable y real que me casaría con ella, pero como no puedo me casaré con vosotros. En serio, una historia maravillosa. Os felicito, sois un gran equipo.

    Un frío beso,

    Emily

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  4. ¡Pero qué! ¡QUÉ! Yo lo siento, pero es que entiendo completamente la posición de Erika. Es mi personaje favorito sin duda, y a mí también suele pasar mucho eso de que me corroe por dentro la envidia. Querida Ara, es un relato sublime. He leído muchísimas cosas escritas por ti y todas tienen mucha chispa aunque sean diferentes entre sí. Sabes muy bien cómo adaptarte a los estilos :)

    ¡Un beso!
    Paco M.

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  5. Uuuuuy, menudo final más abierto, y a Erika se le ha pirao la olla. Las cronoflores deciden, chica, qué quieres que te diga. Si tanto conoce la naturaleza y la historia, debería respetar su decisión. Menuda egoísta chunga... nada, gente tóxica fuera xD
    En fin, que está muy bien el relato ^^
    ¡Un abrazo!

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  6. Oh, qué tristeza. Al final, la envidia enceguece y uno pierde todo lo que es realmente importante. Esta historia me ha gustado mucho, casi esperaba ver una continuación. Felicidades por tan buen resultado.
    ¡Besos!

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  7. Jope yo no esperaba eso de Erika. Me encantaría saber más de la historia y saber hasta que punto se le fue la olla a Erika en su persecución de Jonas. Menuda egoísta... Me ha gustado mucho la historia y deberiaís escribir alguna cosa más sobre ella porque pinta interesante. El nombre de cronoflores es super orginal, os felicito.
    Un fuerte abrazo,
    María

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